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lunes, 25 de junio de 2018

TAHUANTINSUYO: AN INCAIC SOUND EXPERIENCE








¡Saludos a todos! Comparto con todos vosotros mi nuevo álbum New Age - Epic Music con toques étnicos:

Hi everybody! I'm sharing with you my new Epic Music - New album with ethnic sounds:


https://www.youtube.com/watch?v=OHvv5UPyh5g&list=PL1CZ6rbByRtK2inLDNVqL8TFRO8ZtR0KQ

lunes, 27 de noviembre de 2017

Entrevista a Armando Bernabeu Lorenzo

Saludos a todos,

comparto con todos vosotros una entrevista muy interesante que me hizo la plataforma Branfor hace unos días. En ella repaso mi trayectoria profesional, hablo de mis gustos y estéticas musicales preferidos y reflexiono sobre algunas cuestiones musicales que deberían hacernos pensar. En especial a aquellos que quieren lo mejor para la Música.

Un fuerte abrazo,
http://www.branfor.com/es/te-interesa/entrevista-autoresbranfor-armando-bernabeu-lorenzo

sábado, 28 de octubre de 2017

¡SPACE ADVENTURE!

¡Buenos días a todos!


Mi último poema sinfónico para banda ya está disponible para escucharlo y descargarlo.

SPACE ADVENTURE narra las aventuras de un viajero espacial a través del universo. En su viaje es testigo de especies muy distintas de alienígenas, conoce sus raíces, la relación entre ellos y la épica y belleza de su historia común, repleta de leyendas, misterio, profecías y supervivencia.

Escúchala y descárgala, no te arrepentirás:

http://www.branfor.com/es/shop/banda/sinfonica/space-adventure/detalle

domingo, 25 de septiembre de 2016

La cinta de cassette

Buenos días a todos,


para celebrar que mi blog ha cumplido su primer año de existencia y en agradecimiento a los lectores por sus más de 3000 visitas, hoy quisiera hablar de uno de esos días irremediablemente ligados a mi felicidad, y que por diversas circunstancias, siempre llevaré conmigo en el corazón hasta el último de mis días.

Invito al lector a que haga un ejercicio de memoria y refresque un momento importante de su vida, del tipo que sea, siendo consciente de lo que en ese momento le rodeaba, para contemplarlo con la perspectiva del presente.


La historia comenzó hará ya unos 18 años. Por aquel entonces vivía en Palma de Mallorca y para mi 12º cumpleaños mis abuelos me regalaron, de un viaje que hicieron, un walkman sony al que le cogí mucho cariño. Iba a pilas, aunque podía conectarse a la red. Cosa práctica dadas las horas de uso que le acabaría dando.

Mis padres me grabaron una selección de temas variados en un cassette, desde rock y pop de los 70's a los 90's hasta música de películas.

Cuando ya me sabía la cinta de memoria les pedía otra selección y me la preparaban. Hay que entender que en aquel momento, la manera que había de preparar los cassettes era grabándolos en el equipo de música del salón, desde un CD o un LP de los tantos y tantos que aún hoy se conservan en casa como un tesoro.

Era enormemente feliz con ese aparato, al que le sacaba partido durante casi todo el día, al llegar a casa del colegio, haciendo los deberes e incluso por las noches cuando iba a dormir. Allí mismo, en el silencio de la noche y después de haber atendido todas las obligaciones de la época, básicamente estudiar lo del cole y lo del conservatorio y hacer un poco el gamberro con mi hermano, seguía escuchando aquellas cintas. El walkman se convirtió en una parte más de mí, una ventana al universo desde la comodidad de los auriculares.

Pasado un tiempo y sin que yo se lo pidiera, mi padre me facilitó otro cassette más, diferente a los anteriores, para que también pudiese escucharlo y disfrutarlo. Se trataba del Requiem de Mozart. Me dijo que era una obra con coro y orquesta, muy famosa y escrita bajo un misterio de encargos y envidias muy interesante. He de decir que cogí la cinta con un ligero desánimo, posiblemente fruto de la pueril ignorancia de mi edad, pensando que lo que iba a escuchar me iba a parecer aburrido.

Esa misma tarde puse el nuevo cassette en el walkman. Me puse los cascos. Empecé a hacer los deberes. Y le di al play.


No podía hacer ruido al respirar. Aquello que empecé a escuchar me paralizó. Era de una pureza, una belleza y una fuerza indescriptibles. Como el verdadero llanto de un niño que se va construyendo poco a poco antes del clímax, erigiéndose en el infinito como un castillo de lástima, de rabia y de amor en el que acaba habitando el todo, nuestro todo, nuestro principio y nuestro fin, para derrumbarse y levantarse por la eternidad. Me aferraba a lo que me querían contar aquellas voces solistas, el coro, las melodías que aparecían en unos instrumentos y luego en las voces. Simplemente perfecto.

Desconozco el número de veces que pude escuchar aquella cinta de cassette, día tras día, noche tras noche, llegando a poder reproducir en mi mente la obra completa, con todos sus matices, emocionándome solo de pensar fragmentos aislados, que iban ordenándose poco a poco en mi inconsciente, creciendo, expandiéndose por todo mi ser y dando sentido a mi paso por esta vida.


Una tarde de invierno, posiblemente de 1999, mi padre me dijo que la Capella Mallorquina y la Orquestra Simfònica de Balears ofrecerían el Requiem en concierto. Sin dudarlo, le dije que quería ir.

Llegó el día y fuimos los dos al concierto. Accedimos al recinto y puedo recordar aún cómo me latía el corazón al pensar que estaba a punto de asistir en directo a lo que tantas veces me había dicho aquella cinta al oido.

Ya hay muchos detalles de aquella tarde que se me empiezan a olvidar. Pero lo que sí puedo recordar con nitidez es que durante casi una hora no dejé de tener los ojos humedecidos, de emocionarme y de sonreír.


A la salida, mi padre y yo comentábamos la jugada mientras cenábamos en una pizzería cercana, él una cuatro estaciones y yo una de atún con cebolla. Hablábamos de la obra, del concierto, de cómo habían actuado los solistas, el director y el coro, a través de una conversación auténtica, de las que parecen una lección magistral como sólo él sabe dar, atendiendo con atención todas las explicaciones musicales que  me daba con buen criterio, armonía, contrapunto, imitaciones... en definitiva, el lenguaje que emplean los dioses para expresarse. Todo aquello mientras íbamos desgranando y saboreando lentamente las porciones como los distintos movimientos del Requiem, con la certeza de que en ellas se fundían mi niñez y mi primera juventud, dándonos la mano en lo humano y en lo divino, mientras mirábamos y compartíamos nuestro principio y nuestro destino hasta el último triángulo de felicidad.




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A quien quiera escuchar el Requiem de Mozart, éste es el enlace a youtube de la primera versión que tuve en mis manos, la de la cinta de cassette:











A mis padres. Gracias por enseñarme a escuchar. 




































jueves, 11 de agosto de 2016

El gato baila con su sombra. The cat dances with its shadow.


Cortometraje colectivo como homenaje a Miquel Guillem. Con música original de Armando Bernabeu Lorenzo. Grupo animación Arte e Industria, UPV. Coordina: María Lorenzo.